Laura y Pablo son personas de confianza, condujeron desde A Coruña (1.5 horas en coche) solo porque les había dicho que la playa de Caldebarcos es un lugar épico para las fotos (¡realmente lo es!), este es el tipo de personas que me gustan jaja. Hacía mucho viento, pero siempre pienso que el viento añade romanticismo, el pelo ondeando en la brisa como en una sesión para Vogue lol. Espero que las fotos hablen por si solas, la pareja y el lugar son para morirse.